La llegada del cachorro a casa: paciencia y cariño desde el primer día
20 de Agosto de 2025

Recibir a un cachorro es una experiencia emocionante, pero para él todo es completamente nuevo: olores, sonidos, personas… y hasta la propia casa. Este cambio puede resultarle abrumador, por eso es fundamental acompañarlo con calma y afecto, ayudándole a sentirse seguro poco a poco.


Los primeros días son clave para que se acostumbre a estar solo. Evita dejarlo aislado de golpe; su instinto de búsqueda y protección es muy fuerte. Durante las noches iniciales, coloca su cama en la habitación donde dormirá habitualmente y, si puedes, pasa algunas horas cerca de él, incluso en el suelo o en un sofá cercano. Si llora, no cedas enseguida ni lo regañes: tu paciencia es su mejor guía. Con el tiempo, comienza a dejarlo solo en intervalos cortos, tanto de día como de noche, para que vaya adquiriendo confianza.


En cuanto a la educación para hacer sus necesidades, recuerda que los cachorros son naturalmente limpios. Aprovecha esto sacándolo con frecuencia, sobre todo después de comer, jugar o dormir. La repetición y la rutina son más efectivas que premios excesivos o castigos. Si ocurre algún accidente, límpialo bien y sigue con la rutina sin regañarlo.


La alimentación y los momentos de descanso también forman parte de su aprendizaje. Hasta los cinco meses, lo ideal es ofrecerle tres comidas al día, asegurando que tenga agua y un espacio seguro donde descansar tras comer. Su parque o zona delimitada es perfecto para que se relaje sin sentirse solo.


Finalmente, jugar con él y enseñarle a morder los objetos correctos fortalece el vínculo y evita destrozos en casa. Con constancia, cariño y coherencia, tu cachorro aprenderá hábitos esenciales, desarrollando seguridad y confianza para toda la vida.

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